En 2007, el gobierno brasileño propuso cambios fundamentales a su sistema tributario. Las reformas iban destinadas principalmente a simplificar las normas tributarias —eliminar ciertos impuestos y poner fin a la ‘guerra de los impuestos’ entre estados brasileños—, así como una propuesta para poner fin a la relación entre impuestos específicos y el financiamiento exclusivo de iniciativas de política social / programas sociales. Aunque las propuestas de reforma fueron decepcionantes —dado su completo fracaso para abordar la problemática de la equidad—, también plantearon nuevas preocupaciones relativas al financiamiento de los programas de salud, bienestar y asistencia social del país.
La organización de la sociedad civil brasileña INESC vio la propuesta de reforma como una ventana de oportunidad para hacer campaña por una reforma tributaria progresiva. Invitó a cinco OSC a sumársele en una de las consultas públicas del gobierno sobre la reforma. Como otros grupos se interesaron, se formó una red de más de 100 organizaciones, el ‘Movimiento en defensa de los derechos sociales amenazados por la reforma tributaria’. Desarrollaron su propuesta alternativa ‘por una reforma tributaria justa’, llamando a que la equidad fuera incorporada en el proyecto de ley de reforma y que las políticas sociales siguieran recibiendo financiamiento exclusivo.
INESC junto con otras cinco organizaciones formó el comité ejecutivo de la red, y el mismo INESC se encargó de prestar apoyo técnico y coordinar el trabajo de cabildeo. La red realizó reuniones de cabildeo con representantes de todos los partidos políticos y logró obtener el apoyo de cierto número de parlamentarios. Esto le posibilitó impulsar con éxito un debate público en el Congreso Nacional.
Entre los aliados clave estuvieron los sindicatos y las iglesias, así como un grupo de académicos y departamentos de salud estaduales. (Aunque el gobierno afirmó que no habría pérdidas para los programas sociales, el Ministerio de Salud calculó que era probable perder US$9,000 millones). La fiscalía también ayudó a la campaña con varias solicitudes oficiales de información al gobierno.
Aunque la campaña no pudo forzar más enmiendas progresivas al proyecto de ley de reforma tributaria, su éxito clave estuvo en bloquear la aprobación del proyecto de ley de reforma tributaria por ahora (aunque es probable que vuelva a aparecer con el nuevo gobierno). Dado que la reforma tributaria está ahora firmemente establecida en la agenda de un gran número de OSC, INESC espera que la red siga haciendo incidencia por la justicia tributaria en el futuro.