En 2010, ActionAid emprendió una extensa y detallada investigación sobre las operaciones de una empresa multinacional (SABMiller) y sus operaciones en seis países africanos, centrándose específicamente en un país africano (Ghana). Usando información financiera publicada, entrevistas con autoridades gubernamentales e investigación encubierta, ActionAid buscó mostrar cómo la segunda empresa cervecera más grande del mundo estaba eludiendo impuestos en África. Publicó un informe de sus hallazgos23 que recibió cobertura mediática en el Reino Unido e internacionalmente.
El informe llamó a SABMiller a adoptar un enfoque responsable sobre la tributación, comprender y divulgar el impacto de la planificación tributaria y ser más ransparente sobre su información financiera. Para acompañar el informe, ActionAid produjo llamativos materiales de campaña con un simple eslogan (por ejemplo, posavasos
de cerveza con la inscripción ‘SchtopTax Dodging’, haciendo juego de palabras con el nombre de una cerveza de SABMiller y las prácticas para esquivar impuestos) y lanzó una acción de correos electrónicos en su página web. Para captar la imaginación del público, ActionAid también inyectó un elemento humano a la historia. Presentó a activistas, por ejemplo, a Marta Luttgrodt, quien administra un pequeño puesto de cerveza a la sombra de la fábrica que produce la cerveza y paga una tarifa fija anual de US$47 en impuestos, La campañaTrace theTax Christian Aid ha estado haciendo campaña para generar conciencia sobre los miles de millones que pierden los países en desarrollo por la evasión y elusión tributaria de empresas inescrupulosas.
La campaña llama al Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB) a introducir una norma internacional de publicación de cuentas país por país que exija a las empresas que informen de las ganancias hechas y los impuestos pagados en cada país en que operan. El IASB es un organismo poco conocido pero muy poderoso con sede en el Reino Unido que diseña las reglas sobre cómo las empresas deben elaborar sus cuentas anuales. En todo el mundo más de 100 gobiernos tienden a convertir en ley sus decisiones. El IASB es financiado en parte por las ‘Cuatro Grandes’ firmas contables: PricewaterhouseCoopers, Deloitte, Ernest &Young y KPMG. En 2009, Christian Aid decidió focalizarse directamente en las Cuatro Grandes con una campaña de tarjetas postales y correos electrónicos. Hay pruebas que sugieren que esto tuvo un impacto significativo, pero se necesitaba más presión. Para aumentar el impulso de la campaña, Christian Aid decidió focalizar como destinatarios a los clientes de las firmas contables, los grandes nombres del sector privado. Se esperaba que su apoyo haría casi imposible que el IASB y las firmas contables dijeran ‘no’ a la publicación de cuentas país por país. En 2010, Christian Aid estableció contacto con los directores generales de las 100 empresas más grandes registradas en el Reino Unido (las compañías FTSE 100), pidiéndoles que llenasen una encuesta confidencial en línea sobre la publicación de cuentas Campaña UK Uncut En octubre de 2010, el gobierno de coalición del Reino Unido anunció drásticos recortes en los presupuestos gubernamentales y los empleos del sector público. En respuesta, muchos activistas acusaron al gobierno de recortar servicios y empleos mientras dejaba, en su opinión, que los bancos pagasen bonos y ciertas empresas del sector privado eludiesen miles de millones
en impuestos. Un grupo de activistas —conectados no muy estrechamente pero movilizados enteramente mediante sitios de redes sociales y teléfonos móviles— seleccionaron dos destinatarios de su campaña bien conocidos por los consumidores británicos: Vodafone y El Sr. Philip Green, el propietario de Arcadia mientras que al lado la cervecería propiedad de una subsidiaria de SABMiller no paga ningún impuesto en absoluto.
Al momento de escribir esto, es demasiado pronto para decir qué impacto habrá tenido esta campaña sobre SABMiller. Aunque la empresa reaccionó negativamente al informe de ActionAid, una reacción negativa no significa que el informe no habrá tenido ningún impacto. Más allá de SABMiller específicamente, es probable que el informe tenga un impacto sobre el sector privado en general de alguna manera, pues otras empresas se preocuparán de evitar una investigación similar focalizada en sus propias operaciones. En consecuencia, cabe pensar que la investigación de ActionAid sobre una sola empresa puede contribuir a un cambio en general en el pensamiento sobre tributación y responsabilidad social empresarial entre multinacionales del Reino Unido que coticen en bolsa.También podría tener también repercusiones sobre los organismos que regulan o supervisan las normas y prácticas de funcionamiento de las multinacionales británicas que cotizan en bolsa, tales como la OCDE, la Unión Europea y el gobierno del Reino Unido.