Christian Aid ha estado haciendo campaña para generar conciencia sobre los miles de millones que pierden los países en desarrollo por la evasión y elusión tributaria de empresas inescrupulosas. La campaña llama al Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB) a introducir una norma internacional de publicación de cuentas país por país que exija a las empresas que informen de las ganancias hechas y los impuestos pagados en cada país en que operan. El IASB es un organismo poco conocido pero muy poderoso con sede en el Reino Unido que diseña las reglas sobre cómo las empresas deben elaborar sus cuentas anuales. En todo el mundo más de 100 gobiernos tienden a convertir en ley sus decisiones. El IASB es financiado en parte por las ‘Cuatro Grandes’ firmas contables: PricewaterhouseCoopers, Deloitte, Ernest &Young y KPMG. En 2009, Christian Aid decidió focalizarse directamente en las Cuatro Grandes con una campaña de tarjetas postales y correos electrónicos. Hay pruebas que sugieren que esto tuvo un impacto significativo, pero se necesitaba más presión. Para aumentar el impulso de la campaña, Christian Aid decidió focalizar como destinatarios a los clientes de las firmas contables, los grandes nombres del sector privado. Se esperaba que su apoyo haría casi imposible que el IASB y las firmas contables dijeran ‘no’ a la publicación de cuentas país por país. En 2010, Christian Aid estableció contacto con los directores generales de las 100 empresas más grandes registradas en el Reino Unido (las compañías FTSE 100), pidiéndoles que llenasen una encuesta confidencial en línea sobre la publicación de cuentas país por país. Activistas de Christian Aid enviaron correos electrónicos ‘recordatorios’, por lo que finalmente muchas empresas respondieron. Sin embargo, muy pocas empresas respondieron en apoyo de las cuentas país por país.
La campaña ha decidido ahora que sus activistas entablen diálogo con cuatro empresas FTSE que son marcas reconocidas en el Reino Unido y que tienen subsidiarias en los países en desarrollo. Cada una de las cuatro empresas seleccionadas es auditada por una de las Cuatro Grandes firmas contables específica. En las etapas siguientes, la campaña va a utilizar una variedad de las herramientas de campaña arriba mencionadas para movilizar a los activistas.
Los activistas llamarán a estas empresas a manifestarse públicamente en favor de las cuentas país por país y pedir a su firma auditora que apoye también esta nueva norma. De este modo, la campaña mantendrá la presión sobre las Cuatro Grandes firmas contables y el IASB para impulsar normas contables mundiales que ayuden a los países pobres y sus ciudadanos a seguir la pista de los impuestos que se les adeuda. En este caso, la campaña pública será usada para persuadir positivamente a estas empresas a sumarse al impulso por una mayor transparencia tributaria, en lugar de hacer una campaña agresiva contra ellas. La campaña no es acusar a las empresas de esquivar impuestos, ni pide a las empresas que presenten cuentas país por país unilateralmente antes de que se introduzca una norma internacional. El objetivo es aprovechar el inmenso poder de algunas de las multinacionales más grandes del mundo para aumentar la presión política sobre las Cuatro Grandes y el IASB.