En 2007, las ONG británicas ACTSA, Christian Aid y SCIAF publicaron el informe conjunto Undermining Development? — Copper Mining in Zambia (¿Socavando el desarrollo? Minería cuprífera en Zambia), que cuestionó el historial de responsabilidad social empresarial de la empresa minera Vedanta. Esto fue seguido a principios de 2008 por una campaña de correos electrónicos que pedía al director general de Vedanta que asegurase que su subsidiaria zambiana Konkola Copper Mines no se opondría al nuevo régimen tributario minero del gobierno, que estipulaba que las empresas que operen en el país paguen niveles más justos de impuestos y regalías.También se enviaron miles de tarjetas postales y correos electrónicos a Standard Life Investments, uno de los mayores inversionistas de Vedanta en ese momento. Esta campaña dio lugar a una reunión entre representantes de ACTSA, Christian Aid y SCIAF y el director general de Vedanta. Varios días después de esta reunión, Vedanta apareció en público a confirmar que no impugnaría las nuevas medidas tributarias, lo cual era fundamental para Zambia pues su subsidiaria Konkola representaba alrededor del 50% de la producción de cobre en el país en ese momento. La combinación de presión pública y cabildeo privado fue enormemente eficaz en este caso.