La industria petrolera en Perú tiene un historial accidentado. En un caso actual que se encuentra en tribunales estadounidenses, un gigante de la industria está acusado de contaminar en un periodo de 30 años los ríos y tierras de los indígenas achuares, causando muerte, intoxicación generalizada y destrucción de su modo de vida.
Otra empresa que opera en la misma parte de Perú, Pluspetrol, ha puesto bastante más énfasis en las relaciones con la comunidad, estableciendo proyectos para mejorar la salud y nutrición de niños, familias y comunidades. Su objetivo es reducir o eliminar los riesgos sociales que pueden conducir a la violencia o hacer peligrar sus actividades empresariales. Sin embargo, incluso en el caso de una empresa que aparentemente toma en serio la responsabilidad social empresarial, no es fácil determinar quién es dueño de la empresa.
Cuando activistas locales empezaron a investigar a la empresa, descubrieron que Pluspetrol había trasladado su sede de Argentina a los Países Bajos en el año 2000. Encontraron los documentos oficiales que mostraban la estructura de la empresa en bases dedatos, en lugar de hacerlo a través de fuentes disponibles al público, porque el sitio web de Pluspetrol no proporcionaba la información.
Como Pluspetrol no tiene operaciones (producción o ventas) en los Países Bajos, los activistas se preguntaron por qué la empresa ubicaría allí su sede, y acudieron a la organización holandesa Centro de Investigaciones sobre Empresas Multinacionales (SOMO) para averiguar más.
Las empresas registradas en los Países Bajos están obligadas a presentar a la Cámara Holandesa de Comercio un informe anual que es más amplio que el informe anual que la empresa publica en su sitio web. SOMO buscó en la base de datos de la Cámara Holandesa de Comercio para Pluspetrol, encontró una lista de subsidiarias en su informe anual y trazó una estructura de la empresa.
La estructura empresarial de Pluspetrol mostró que sus subsidiarias en los Países Bajos son de las llamadas empresas buzón, indicadas por el hecho de que la empresa no tiene ningún empleado y está alojada en una oficina fiduciaria, una organización que proporciona a las empresas buzón una dirección (un buzón postal en lugar de una oficina física).
Pluspetrol tiene también subsidiarias en jurisdicciones del secretismo, tales como Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas, Luxemburgo y Gibraltar, que no tienen impuestos o tienen niveles muy bajos de impuestos y carecen de transparencia. Aunque la localización en jurisdicciones del secretismo no es prueba de comportamiento ilegal, indica que la empresa puede utilizar estructuras financieras para una planificación tributaria agresiva. Esto debe hacer encender la alarma para una mayor investigación.